La analista y exlegisladora, afirma que al margen del MAS y sus métodos autoritarios de control, no hay “partidos políticos” de oposición, cuestiona a las nuevas alianzas por manejarse con roscas internas y convivir con personajes corruptos.
Periodismo Sin Photoshop
Crisis de valores de la sociedad, falta de sanciones para el transfugio político, inexistente formación ideológica de los opositores, alianzas que terminan dispersas, personajes corruptos en nuevos movimientos ciudadanos, son algunos de los factores que afectan a la oposición que se mantiene fraccionada a menos de dos años de las próximas elecciones generales, según la politóloga, Jimen Costa.
La también exlegisladora afirmó que existe una crisis moral en la sociedad, pues si bien no está de acuerdo con la corrupción “no está muy comprometida en luchar contra ella”, sostuvo. Señaló que, si la ciudadanía es testigo de un acto de corrupción, basta con recibir algo de prebenda para dejar pasar el hecho.
“Si el Gobierno es corrupto, pero te hace tu sede (sindical) o regala una vagoneta a tus dirigentes, si los hace viajar con el argumento de la ‘diplomacia de los pueblos’, entonces la corrupción ya no es importante y ese es un problema estructural”, afirmó Costa, quien realizó esa y otras puntualizaciones en el programa “Conversando con” de la directora de Periodismo Sin Photoshop, Maggy Talavera.
Usted puede ver la entrevista completa en siguiente enlace: Conversando con Jimena Costa.
Opositores frágiles
La analista puso en contexto algunos problemas que perjudican la labor de los opositores y los lleva a cometer, por ejemplo, transfugio político. Según su experiencia en la Asamblea Legislativa, los diputados y senadores de oposición que no logran copar, presidir u obtener un cargo de poder en alguna comisión de la Cámara de Diputados o Senadores, recurre a la extorsión del personal al que contrata. Asimismo, está el chantaje y el amedrentamiento de la que son víctimas ellos mismos.
Costa recordó cómo se obligó a una colega suya a apoyar al MAS, debido a que vivía un drama familiar. Dicha legisladora había quedado al cuidado de sus nietos y estaba a punto de perder su casa, así que fue extorsionada a cambio de no perder el lugar donde su familia vivía.
El comentario lo hizo para matizar la crisis que vive actualmente Comunidad Ciudadana (CC). Dicha tienda política, desde 2021 ha sufrido varios fraccionamientos y ha expulsado a 17 de los legisladores que llegaron al cargo con el apoyo de esa “alianza” política.
Costa recordó que el transfugio político no está sancionado de manera adecuada, que en la Asamblea Legislativa no hay una ley o reglamento, con sanciones claras para el tránsfuga ni para la organización política que lo recibe o se beneficia de ese acto.
Entre los factores que considera que afectan a la oposición, Costa también señaló la inexistencia de una estructura y la falta de formación política al interior de las agrupaciones. Remarcó que los “partidos políticos” ofrecen las candidaturas a “socios capitalistas” de la campaña electoral, asimismo, recurren a personajes públicos como deportistas, cantantes o hasta a astrólogos.
“Es gente que entra (a la política) sin saber a dónde se mete, termina siendo inoperante y frágil, porque a las primeras amenazas seden”, lamentó Costa.
En relación a Comunidad Ciudadana, Costa identificó al menos cinco facciones que mantienen una lucha interna y debilitan el trabajo de fiscalización al Ejecutivo para el que supuestamente fueron electos. Se refirió a los grupos conformados por Carlos Mesa “y su gente”, el exalcalde de Tarija, Rodrigo Paz; los miembros del FRI liderados por Walter Villagra; Saul Lara de Cochabamba y la agrupación “Somos todos” de Chuquisaca.
También contó a quienes, si bien no incurrieron en transfugio político, ocupan un curul porque hicieron campaña con CC, pero terminaron alejados pese a tener cierto protagonismo en los medios de comunicación, uno de esos casos fue el de Miguel Roca. “Entonces hay varias cabezas y por tanto no hay ninguna, entonces las bancadas están huérfanas y hacen lo que pueden”, criticó la analista.
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Entre las varias causas que provocan el fraccionamiento de las agrupaciones políticas de oposición, en criterio de Costa, está la falta de formación política. Afirma que algunos legisladores, mientras estaban en carrera electoral, solo recibieron cursillos sobre manejo ante los medios de comunicación, pero no conocen de la administración estatal y menos de la función de fiscalización, bajo los conceptos de la democracia.
Recordó que los viejos partidos políticos, como el Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) tenía una escuela para formación de cuadros. En el Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR) se promulgaba la “alianza de clases”, pero ahora todo ello no existe, cuestionó Costa.
Autoritarismo Vs falta de control
En ese contexto, para Costa, CC vive en un desgobierno interno, pues sus miembros no pueden ser controlados, debido a que su origen es otro. Lo opuesto pasa en el Movimiento al Socialismo (MAS), de Evo Morales, donde si bien ahora viven una división, sus facciones tienen más coherencia en sus acciones, porque se manejan con otro tipo de control interno.
“En el MAS actúan de una u otra manera por temor a la sanción, tiene normas autoritarias, pero más efectivas para el control de los miembros. ¿En la oposición se los va a sancionar, pedir plata, imponer una multa? No, porque no tienen estructura y viven entre roscas internas”, cuestionó la analista.
El Bunker y la denuncia contra Barral
En ese contexto, Costa señaló que una alternativa, para mejorar la calidad de la oposición política, es agruparse entorno a movimientos ciudadanos, sin embargo, subrayó que este debe tener bases muy claras entorno a lo éticamente correcto en política. Manifestó que sus integrantes no pueden hablar de lucha contra la corrupción y convivir con personajes con esos antecedentes.
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Puso como ejemplo el caso del Bunker, un movimiento ciudadano liderado por el abogado y periodista Agustín Zambrana y el excandidato presidencial por el MNR, Virgilio Lema. Ambos, en criterio de la analista, lograron levantar expectativa en redes sociales, pero luego perdieron credibilidad al unirse a un conocido de Costa, el exdiputado Amilcar Barral.
“Lo llamé a Virgilio (Lema), le dije, no puedes hablar de la corrupción y sentarte con un estereotipo del sistema (Barral)”, recordó Costa. Sin embargo, observó que el exdiputado es parte del Bunker.
Costa recordó que, durante su gestión como legisladora de Convergencia Social, denunció a Barral, “por extorsionar a los funcionarios con los que trabajaba”, sostuvo que pese a que remarcó este antecedente ante Lema, y este le expresó su sorpresa, no lo apartaron. Para la analista, ese hecho demuestra que a ese movimiento ciudadano no le molesta convivir con la corrupción.
En ese marco, la analista señaló que para las siguientes elecciones generales se debe mejorar esas falencias, pero que esto debe iniciar desde el votante, quien debe conocer a los candidatos antes ir a las urnas. Sin embargo, apuntó que el elector puede equivocar su voto, al no identificar el sistema de cómputo del que se valen los que buscan lograr un cargo público, nada más.