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La nueva presidente de Adepcoca busca la unidad de los cocaleros de los Yungas

Señala al expresidente Evo Morales, como un personaje que hizo mucho daño al sector cocalero de La Paz. Entre sus principales objetivos, además de la unidad, esta lograr la liberación de sus dirigentes detenidos, como Elías Cocarico, Raúl Uría y Cesar Apaza.

Carlos Quisbert / La Paz

Lizzete Eugenia Torrez Quispe, la nueva presidenta de la Asociación Departamental de Productores de Coca (Adepcoca), de los Yungas de La Paz, es una joven madre y esposa, que, además, se autoidentifica como una boliviana “afro – aymara”, nacida en el municipio de Coroico. En entrevista con Periodismo sin Photoshop, afirmó que su principal objetivo es lograr la unión de los yungueños; esto con el fin de acabar con al menos seis años en los que ese sector y su dirigencia vivió bajo la represión del Gobierno del Movimiento al Socialismo (MAS).

Torrez, de 30 años, con un título profesional en secretariado administrativo y una carrera sindical que le dio la posibilidad de postularse a la elección en Adepcoca, identificó como uno de los principales enemigos de los cocaleros de los Yungas, al expresidente Evo Morales. Lo señaló por “imponer su capricho”, con leyes y reprimir con la Policía y operadores de justicia, a un sector que le dio su apoyo para que alcance ese cargo en 2006.

Lizzete Torrez, es llevada en hombros luego de ganar las elecciones de Adepcoca, el 8 de enero. Foto: RRSS

Objetivos de la nueva dirigencia

El primer objetivo de la nueva dirigencia “es transparentar la administración económica de Adepcoca, así también, lograr la unidad plena, la integridad de todos los socios. También vamos a trabajar por la libertad de todos los (dirigentes) detenidos, como Cesar Apaza, Elías Cocarico y Raúl Uría”, afirmó Torrez al ser consultada sobre los objetivos para su gestión de dos años, la que inició con su elección por aclamación y posesión, en el municipio de Coroico, el 8 de enero.

La presidenta de Adepcoca señaló que se debe dar una atención especial al tema de los dirigentes recluidos, considerados “presos políticos”, debido a que desde 2023 los dirigentes encarcelados sufren la presión de funcionarios del Ministerio de Gobierno, para inculparse en procesos penales en los que no existen pruebas en su contra. En el caso de Apaza, se suman los graves problemas de salud que atraviesa, a raíz de la violencia con la que se dio su “secuestro”, por parte policías de la Fuerza Especial de la Lucha Contra el Crimen (Felcc), que sin orden de aprehensión lo sometieron a tortura, como lo afirmó el mismo cocalero en el informe realizado por la Defensoría del Pueblo.

Cesar Apaza durante su internación por el ataque de embolia que sufrió en la cárcel de Chonchocoro. / Foto: Adepcoca

Evo Morales

Para cumplir sus objetivos, Torrez señala que primero se debe lograr la unión de los cocaleros de los Yungas, debido a que durante el gobierno de Morales se crearon dirigencias paralelas y se impuso normas injustas para su sector, como la Ley General de la hoja de Coca Nº 906. Además, se les impuso la fecha del 11 de enero, como el “Día nacional del acullico” o masticado de coca.

“Lamentablemente, el Gobierno de Evo Morales ha hecho mucho daño a la gente de los Yungas”, sostuvo Torrez. La dirigente hizo referencia a que durante 2018, a raíz de las protestas por la promulgación de la Ley 906, se encarceló a su entonces presidente, Franclin Gutiérrez, e incluso se registraron muertos y heridos durante esos conflictos, tanto del lado de los yungueños como de los policías, por lo cual los cocaleros fueron perseguidos, pese a ninguno de los detenidos participó de forma directa en esos hechos.

En ese contexto, se tiene que en 2018, luego de que Franclin Gutiérrez fue encarcelado, los dirigentes cocaleros afines al MAS, con apoyo de la Policía y valiéndose de órdenes judiciales, crearon una dirigencia paralela en Adepcoca, cuya facción tenía como presidenta a otra afroboliviana, Elena Flores. Pese a que el estatuto orgánico de esa institución señala que es un sector aislado de la política, la dirigente promovió varios actos proselitistas de Morales y firmaba convenios con el Ejecutivo, que a la larga nunca beneficiaron a su sector.

El expresidente Evo Morales, actual dirigente de las seis federaciones de cocaleros del Chapare. / Foto: RRSS

Posteriormente, Elena Flores entregó su cargo a uno de sus rivales internos, Arnold Alanes, quien logró abrir, hasta tres veces en diferentes tiempos y ubicaciones, un mercado paralelo de coca. Esto debido a que no era reconocido por las bases y estas impidieron que administren el único mercado legal de coca, como lo señala la Ley 906, ubicado en la calle Arapata de la zona Villa Fátima.

En tanto, los cocaleros orgánicos eligieron en otras elecciones, como sucesor de Franclin Flores, a Armin Lluta, pero Alanes, en septiembre de 2021, con apoyo de grandes contingentes de la Policía, logró la posesión física del mercado legal, aunque esto duró solo dos semas. En un acto político, el ministro de Gobierno, Eduardo Del Castillo y el de Desarrollo Rural, Remmy Gonzales, le entregaron esas oficinas, tomadas por los uniformados.

Los cerca de 35.000 socios de Adepcoca, salieron desde sus poblaciones, en los Yungas, lograron rebasar el cerco policial y retomaron su mercado. Ante esa crisis, decidieron, en otra asamblea, sustituir a Lluta por Freddy Machicado, quien, junto a sus bases, protagonizaron varias movilizaciones, demandando que el Gobierno cierre el mercado paralelo abierto por Alanes.

Precisamente un año después, los socios de Adepcoca volvieron a rebasar a la Policía, saquearon y quemaron el mercado ilegal de Alanes, hecho por el cual, en septiembre de 2022, el Ministerio de Gobierno abrió proceso contra más de 20 dirigentes. En cuestionados operativos ejecutados por policías encapuchados, entre los dirigentes que cayeron presos ese mismo mes, estaban Machicado, Uría, Cocarico y Apaza.

Arnold Alanes, dirigente cocalero de la facción del MAS que apoya a Evo Morales. / Foto: RRSS

Ya no hay dirigentes paralelos

Sobre las dirigencias paralelas, Torrez sostiene que tanto Elena Flores como Arnold Alanes tenían apoyo de Evo Morales, con el fin de mantener dividido a su sector. Es consciente de que el Gobierno de Luis Arce, a través de los ministerios de Desarrollo Rural y de Gobierno, también apoyaron la división del sector, pero afirmó que en los últimos meses el Ejecutivo ha dejado de generar conflictos internos, entre otros factores, porque Alanes paso al ala evista del MAS.

“Algo que se puede agradecer a este Gobierno es que, aunque después de tanto conflicto, ahora cerraron el mercado paralelo, ahora hay un avance del 85% en la unidad de los Yungas. (La facción de Arnold Alanes) por ahora están quietos y callados, pero siempre estamos en alerta”, declaró Torrez.

Cuentas pendientes

La nueva presidenta de Adepcoca, informó hoy a Periodismo Sin Photoshop, que la anterior dirigencia de Adepcoca, de Freddy Machicado, aún no ha rendido cuentas y sólo el expresidente hizo una entrega “incompleta” tanto del dinero como de los activos de la institución.

En ese sentido, Torrez reveló que, hasta la anterior semana, Machicado solo había dejado en las arcas de Adepcoca 68 bolivianos. Precisó que los representantes del Comité de Vigilancia y el Electoral le entregaron 175 mil bolivianos, producto de la recaudación de los dos últimos meses de 2023.

El expresidente de Adepcoca, Freddy Machicado, aprehendido en 2022. Foto: Página Siete

Ley y fecha impuesta

Otro aspecto que aún genera el rechazo al Gobierno del MAS, es la imposición de la Ley 906 y la fecha del 8 de enero, como el “Día nacional del acullico”, generado durante el gobierno de Morales. Torrez asegura que, para los cocaleros de los Yungas, la fecha que se conmemora como con ese título es el 19 de marzo, en referencia a lo acontecido de 2019, cuando las mujeres cocaleras fueron duramente reprimidas por la Policía, pese a que se encontraban de rodillas cerca a las puertas del mercado de Adepcoca, pidiendo que ya no se lance gases y se libere a los dirigentes detenidos.

De la misma forma, Torrez señaló que en su gestión continuaran con la demanda de modificar o anular la Ley 906, con el fin de disminuir la cantidad de hectáreas de cultivos de coca autorizados, pero que dicha reducción se debe aplicar solo en el Chapare. De a cuerdo a la norma, acorde con tratados internacionales, en Bolivia se pueden cultivar hasta 22.000 hectáreas, 14.300 en las tres provincias de los Yungas en La Paz, reconocida como el área tradicional y 7.700 en el Chapare, cuyo presidente de las Seis Federaciones es Morales.

Para los cocaleros de La Paz, hasta la fecha no se ha demostrado a dónde va a parar la producción de coca del Chapare, pues en los dos mercados legales que permite la ley, solo se llega a comercializar, para el consumo tradicional, la hoja producida en los Yungas. En cambio, de acuerdo a los estudios de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Unodc), el 90% de la producción del Chapare va a dar al mercado ilegal, destinado a la producción de cocaína.

Torrez asegur que su postulación a la presidencia de Adepcoca no tuvo relación con el Gobierno y que al contrario, antes de buscar un acercamiento, primero se analizará la liberación de los dirigentes encarcelados. No obstante, en una reunión realizada hoy, se acordó asistir a una reunión con los representantes del Gobierno.