Sociedad

Autoridades y representantes de la sociedad civil establecen una hoja de ruta para salvar los recursos hídricos de la Chiquitania Norte

Con la redacción de un acta en el que se identificaron acciones y prioridades en la gestión integrada de los recursos hídricos de la Chiquitania Norte, concluyó el sábado 7 de octubre, en San Javier,  el Primer Encuentro por el Territorio de la Chiquitania, que reunió a autoridades departamentales, provinciales y representantes de entidades regionales y de la sociedad civil con el fin de lograr mecanismos que contrarresten los efectos de una de las regiones del departamento más afectadas por la deforestación en los últimos 20 años.

El evento, que se inició el viernes 6 de octubre y fue  organizado por la GIZ (Cooperación Alemana) junto a la Gobernación de Santa Cruz concluyó con la redacción de una hoja de ruta que establece los pasos a seguir en el acceso y sostenibilidad del agua con el monitoreo de todos los actores

En lo que respecta a “la Defensa del Territorio a través de la Gobernanza del Agua” se establecieron 11 puntos, entre los que destacan la creación de un equipo técnico jurídico autónomo para la defensa del territorio; iniciar procesos de auditorías ambientales; gestionar la defensa del territorio mediante la mancomunidad con respaldo de organismos nacionales e internacionales, entre otros.

En lo que respecta a “la Seguridad Productiva y Mercados con Incentivos y Mecanismos Financieros” se plantearon:  la implementación de un fideicomiso del agua con los siguientes administradores Gobiernos Autónomos Municipales (GAM), Gobierno Autónomo Departamental (GAD), CRE y la FAO. Mientras que en lo que respecta “al acceso y sostenibilidad del agua con Monitoreo Participativo e investigación” se sugiere  la planificación legal y técnica de exploración de pozos de agua, asesoramiento legal para accionar las vías judiciales correspondientes en torno a delitos y daños ambientales, junto a la  identificación de los desvíos de cursos de agua y el mal aprovechamiento; además de reducir la contaminación hídrica causada por las industrias, además de frenar la pérdida de cobertura (desmonte) y la quema ilegal, que es habitual en la zona. También se propone la creación de comités de vigilancia de comunidades para la supervisión de los recursos naturales.

El presidente interino  de la Asamblea Legislativa Departamental, Oscar Feeney Krause, se comprometió a dar su apoyo a todas las propuestas normativas y leyes que se elaboren en función de la defensa del agua, protección y conservación de los recursos hídricos. “Yo quiero felicitar a todos ustedes por estar aquí presente, por estar peleando por la necesidad de todos ustedes y de todo un pueblo Y nosotros, como asamblea legislativa departamental vamos a seguir dando pelea a través de este departamento cruceño y siempre vamos a estar al lado de nuestro pueblo”, dijo Feeney.

Por su parte la diputada nacional María José Salazar Oroza, de Comunidad Ciudadana, se comprometió a solicitar informe de ejecución de fondos de Fonabosque en la región, además del apoyo de legislación nacional con la defensa del agua y el medio ambiente.

Por otro lado, se estableció el trabajo coordinado e intercambio de experiencia entre los municipios de Ascensión de Guarayos, San Javier. San Ignacio de Velasco y Concepción a través de sus Concejos Municipales y Comités de gestión para la seguridad hídrica.

Chiquitania Norte, una zona muy afectada

La zona de la Chiquitania Norte es la región más cercana a la frontera con Brasil y hasta principios de 2000 era una de las regiones más preservadas del territorio boliviano y con escasa deforestación.

Sin embargo, la apertura de carreteras, que se intensificó a partir de 2005, hizo crecer la ganadería y la ocupación territorial. “Desde ese entonces, las tasas de deforestación en la región aumentaron un 352%”, informa el portal de noticias Infoamazonia, que agrega que “los cambios en el uso del suelo en los últimos años han transformado el paisaje natural en toda la región y generado islas de calor en lugares donde la vegetación nativa ha sido reemplazada por cultivos”.

Además de los incendios y la sequía que ha vivido la región ha determinado que falte agua y que el acceso a los recursos hídricos sean escasos.