El 12 de julio de 2023, Brújula Digital publicó una nota revelando que YPFB había
realizado al menos dos operaciones de importación de crudo y diésel OIL, a través de la
subsidiaria Botrading, con un sobreprecio de 6,47 millones de dólares.
Al día siguiente, 13 de julio de 2023, el diputado Carlos Alarcón presentó una Petición
de Informe Escrito dirigido al ministro de Energía e Hidrocarburos, Franklin Molina, a
través del presidente de YPFB, Arwin Dorgathen Tapia, con ocho preguntas para
conocer detalles de las compras y el rol de la, hasta entonces desconocida, Botrading.
La respuesta demoró más de seis meses en llegar a Diputados y lo hizo a través de un
documento suscrito por Dorgathen, fechado el 31 de enero de 2024, en el que YPFB
niega recurrir a subsidiarias para importar carburantes, niega tener relación societaria
con Botrading y, también, niega que ésa sea su subsidiaria.
Sorpresivamente, el pasado 14 de marzo del presente año (a 14 meses de haber
negado toda relación con Botrading), YPFB publica un comunicado confirmando que
Botrading es una sociedad privada con fines de lucro creada por YPFB Refinación y
YPFB Logística -ambas las únicas socias de la empresa- para operar en el negocio
hidrocarburífero nacional e internacional.
Una afirmación que deja en evidencia una mentira, un dolo agravado por nuevas
denuncias de operaciones millonarias realizadas a nombre de YPFB. En esta entrevista
al diputado Carlos Alarcón, todos los detalles de un nuevo escándalo que involucra a la
estatal petrolera, ya cuestionada por provocar una crisis energética sin precedentes en
Bolivia.