Todos los certificados de sufragio recibidos por quienes acudieron a votar el domingo pasado en Bolivia tienen, entre otros detalles, un código QR en el extremo inferior y derecho. Supuestamente, para garantizar un mejor proceso, más simple y más justo, evitando así el uso de documentos duplicados o falsificados.
Sin embargo, hoy pude comprobar que su uso en Bolivia es un blef. Un amigo hizo el ejercicio de ver qué pasaba al verificar su código QR y se sorprendió que lo llevaba a varias páginas diferentes que no tenían ninguna relación con su padrón electoral, ni con su mesa de sufragio. Para verificar si era solo un problema en su certificado de sufragio, nos sugirió repetir el ejercicio. Lo hicimos y corroboramos el blef.
Sugiero que cada uno haga esta verificación. Basta acercar la cámara de su teléfono celular al código QR que aparece en su certificado de sufragio, dar click en la ventanita que aparece de inmediato en pantalla “Buscar en Internet” y ya está. Vea qué le aparece. En mi caso, aparecieron varios enlaces en Google que no guardan ninguna relación con mi habilitación como votante, ni con mi recinto o mesa de sufragio.
La pregunta al Tribunal Supremo Electoral de Bolivia es la siguiente: ¿para qué sirve entonces el código QR que aparece en nuestros certificados de sufragio, si no nos lleva a una información que permita corroborar nuestros datos y evitar la suplantación de identidad o el uso de documento falsificado? ¿Cuál la utilidad para el TSE y para los procesos electorales, sobre los cuales cada vez suman más dudas que certezas?
Vale la pena recordar para qué sirven estos códigos QR en procesos electorales. En general, los códigos QR ya son de uso corriente en la economía: centros de venta, restaurantes, museos, cines, etc. En el caso del ámbito electoral, está siendo utilizado básicamente en tres áreas: el resguardo de elector, el voto electrónico y los sistemas de votación.
En el caso de Bolivia, donde no hay voto electrónico, se supone que debe servir para garantizar transparencia y seguridad al ciudadano y también a quienes disputan sus votos. Pero reitero: dado lo visto hoy, es apenas un adornito, un ruido, un dibujito engañador. A menos que el TSE nos demuestre lo contrario.
Les comparto un artículo que explica mejor las bondades del uso del código QR en los procesos electorales, para una comprensión mejor. Comienza diciendo, entre otras cosas, lo siguiente: “Un Código QR en un recibo de elector ayuda a identificar rápidamente al elector. Al escanear a través de un teléfono inteligente, los funcionarios pueden comprobar fácilmente si el votante es auténtico o no. Además, este asegurará una forma rápida de marcar la asistencia de los votantes.”