Sostuvo que el gobierno socialista de Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner, dejó “la peor herencia” de la historia de ese país. La medida más drástica para frenar la hiperinflación es la de “sincerar” el valor de su moneda y declarar que 800 pesos argentinos valen un dólar, luego se ataca los principales focos de corrupción estatal.
Carlos Quisbert / La Paz
El domingo, el “liberal libertario”, Javier Milei, fue posesionado como presidente de Argentina y en su primer discurso, el economista hizo un diagnóstico de la realidad financiera de ese país. “No hay plata”, advirtió tajante y aseguró que el déficit fiscal provocado por el Estado y que ha generado una inflación de más de 160%, con un incremento de la pobreza extrema en ese país, será frenado con medidas de “shock” y con la intención de que no se afecte al sector privado, que es el que genera crecimiento.
En esa línea, el flamante ministro de economía de ese país, Luis Caputo, dio a conocer las primeras 10 medidas económicas que el nuevo gobierno aplicará para evitar la hiperinflación. Previo al anuncio, el funcionario brindó ejemplos y explicó que intentan terminar con el déficit fiscal, que significa que el Estado gasta más de lo que recauda, por ser esta la causa de los problemas como la inflación, la deuda externa y el alza del dólar.
“Definitivamente estamos frente a la peor herencia de nuestra historia, un país en el que los argentinos somos cada vez más pobres, con un déficit fiscal que supera los 5,5 de producto. Con un Banco Central, con la hoja de balance absolutamente deteriorada, sin dólares en sus activos y con el equivalente a tres bases monetarias a pasivos renumerados”, señaló Caputo en el discurso que lanzó a su país para anunciar dichas medidas.
“La razón de nuestras crisis recurrentes es que siempre nos hemos focalizado en solucionar las consecuencias, pero nunca el problema. Políticamente siempre hemos sido adictos al déficit fiscal y tradicionalmente nos hemos ocupado en buscar falsos culpables culpando a quienes nos prestan (…) En los últimos 123 años, Argentina siempre tuvo déficit en 113”, sostuvo Caputo.
La medida más drástica, en la vía de dolarizar su economía, como lo anunció Milei en la etapa electoral, consiste en declarar que 800 pesos argentinos equivalen a un dólar, con el fin de “sincerar” su economía y hacer que los sectores productivos tengan incentivos para su crecimiento.
Una por una
1. No se renuevan los contratos laborales del Estado que tengan menos de un año de vigencia.
El ministro de Economía remarcó que esa fue una práctica habitual en la política de su país que consistía en incorporar familiares y amigos, antes de la finalización de un término de mandato de gobierno, con el fin de mantener sus privilegios.
2. Se decreta la suspensión de la “pauta oficial” o publicidad estatal durante un año a los medios de comunicación.
Según detalló Caputo, durante el Gobierno de Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner, sólo en 2023, la Presidencia y los ministerios pagaron 34.000 millones de pesos argentinos. “No hay plata para gastos que no sean estrictamente necesarios, y mucho menos, para sostener con plata de los contribuyentes medios de comunicación que se crean solo para alabar las virtudes de los gobiernos de turno”, señaló.
3. Conforme los primeros decretos emitidos por el presidente Milei, se reducirán los ministerios de 18 a nueve, y las secretarías, de 106 a 54.
Caputo dijo que esto significará la reducción del gasto destinado al pago de más de 50% de personal en cargos jerárquicos y 34% de los cargos políticos totales del Estado argentino.
4. Se reducirán al mínimo las transferencias “discrecionales” del Estado a las provincias.
“Recursos que, lamentablemente, en nuestra historia reciente se han usado como moneda de cambio para favores políticos”, afirmó el ministro.
5. Recorte en la obra pública. El Estado Nacional no va a licitar más obra pública nueva y va a cancelar las licitaciones aprobadas cuyo desarrollo aún no haya comenzado.
“La realidad es que no hay plata para pagar más obra pública que, como todos los argentinos sabemos, muchas veces termina en los bolsillos de los políticos o de los empresarios de turno. La obra pública ha sido siempre uno de los focos de corrupción del Estado y con nosotros eso se termina. Las obras de infraestructura en la Argentina serán realizadas por el sector privado, ya que el Estado no tiene plata ni financiamiento para llevarlas a cabo”, destacó el flamante titular de la cartera de Hacienda.
6. Reducción de subsidios de energía y transporte. Actualmente el Estado argentino “sostiene artificialmente precios bajísimos” en tarifas energéticas y transporte a través de estos subsidios.
“La política siempre lo ha hecho porque de esa forma engañan a la gente haciéndoles creer que les ponen plata en el bolsillo. Pero como todos los argentinos ya se dieron cuenta, estos subsidios no son gratis, sino que se pagan con inflación. Lo que te regalan en el precio del boleto te lo cobran con los aumentos en el supermercado. Y con la inflación son los pobres los que terminan financiando a los ricos”, afirmó Caputo.
7. Se mantendrán los planes sociales de ayuda, como el denominado “Potenciar Trabajo”, de acuerdo a lo establecido en el Presupuesto de 2023.
Según datos oficiales, hay en el país 1.250.000 beneficiaros de este plan. En ese contexto, Caputo señaló que el Gobierno de Milei potenciará las políticas sociales que brindan recursos estatales, “sin intermediarios”, a los sectores de la sociedad que lo necesitan, como la asignación de bonos por hijo y la tarjeta de alimentación.
8. La medida más dura se dio en torno a la devaluación del peso argentino, que pasó a valer 800 por cada dolar. Caputo afirmó que con esta medida el Estado “se sincera” con el tipo de cambio oficial, para que los sectores productivos tengan los incentivos adecuados para aumentar la producción.
“Esto irá acompañado del incremento provisorio, del impuesto país a las importaciones y a las retenciones de las exportaciones no agropecuarias”, sostuvo y anunció que luego, se aplicaría un crawling peg de 2% mensual (un tipo de cambio que permite que la moneda de un país se ajuste gradualmente en relación con otras monedas extranjeras). Esto va a estar acompañado por un aumento provisorio del impuesto país a las importaciones y a las retenciones de las exportaciones no agropecuarias.
“De esta manera, beneficiamos a los exportadores con un mejor precio y equiparamos la carga fiscal para todos los sectores, dejando de discriminar al sector agropecuario”, se explicó. Finalizada la emergencia, se avanzará en la eliminación de todos los derechos de exportación, que el actual gobierno considera un gravamen perverso que entorpece el desarrollo argentino.
9. Se eliminará el sistema de importaciones SIRA, por un sistema estadístico y de información que no requerirá de la aprobación de licencias.
Según indicó Caputo, de esta manera se termina la discrecionalidad y se garantiza la transparencia del proceso de aprobación de las importaciones. “El que quiera importar, ahora podrá hacerlo, y punto”, subrayó. Se trata de un sistema que provocó problemas en la producción, puesto que la demora en el otorgamiento de permisos para importar en los últimos tiempos impedía a las empresas contar con insumos básicos para su operación.
10. Duplicar la asignación universal por hijo y en un 50% en la Tarjeta Alimentar.
“Esto va en línea con lo que decíamos antes, que vamos a fortalecer los planes que van directo a la gente, sin intermediarios, y a la gente que más lo necesita”, remarcó el funcionario. Caputo concluyó con la advertencia que la economía argentina está peor que ante “por unos meses”, pero que las soluciones están por la ruta opuesta a la política aplicada por el gobierno kirchnerista de Alberto Fernández.