- El sector agropecuario enfrenta hoy problemas y retos a los que urge darles solución y dirección. Entre otros, los avasallamientos (incluso a mano armada) y la carencia de una normativa y acción más eficaz desde el Estado; así como el de la sostenibilidad y sustentabilidad del sector.
Apostar por la prosperidad en el campo y la seguridad alimentaria continuará siendo la base del trabajo del sector agropecuario de Santa Cruz, hoy golpeado no solo por cambios climatológicos, sino también por la ausencia de una normativa clara y de voluntad estatal para dar garantías y seguridad jurídica, dice el presidente de la Cámara Agropecuaria del Oriente, Oscar Mario Justiniano, con quien conversamos esta mañana.
Esa apuesta, dice Justiniano, está más que justificada, dadas las cifras que demuestran el impacto positivo generado por el sector agropecuario en la economía y desarrollo del departamento de Santa Cruz y del país. Solo en lo que respecta a Santa Cruz, los datos revelan que siete de cada diez habitantes del departamento se benefician directa o indirectamente de la actividad agropecuaria. Esto sin contar que su producción cubre el 74% de la demanda nacional de alimentos.
Es un sector que trabaja 24 horas al día, todos los días del año, remarca y añade: lo hace arriesgando capital, inversiones e incluso la seguridad personal o familiar. Esto último, a propósito de los hechos de violencia que se han registrado en los últimos años, provocados por avasalladores que operan armados. Hechos que han cobrado víctimas no solo entre los productores, sino también en filas de la Policía. Hace solo unas semanas, tres policías resultaron heridos y quemado el bus en el que viajaban a Guarayos para dar cumplimiento a una orden judicial de desalojo, recordó Justiniano.
De la amenaza de avasallamientos no se salva nadie, aseguró. “Hace poco, un pequeño productor de San Julián fue también víctima de los avasalladores que invadieron la parcela de 50 hectáreas que trabaja en su comunidad”. A la fecha, al menos ocho propiedades enfrentan serios problemas por el avasallamiento de las mismas, sin que sus propietarios logren no solo la expulsión de los avasalladores, sino también su sanción de acuerdo a ley. Es más, en muchos casos éstos actúan incluso con documentos en manos, obtenidos de manera fraudulenta, sigue Justiniano.
Pero eso no es el único problema que enfrenta el agro, como lo dijo al inicio Justiniano. El presidente de la CAO reconoce que otro problema mayor es el efecto del desastres ambientales, como inundiaciones y sequías, provocados en gran medida por la explotación irracional de los recursos naturales y la deforestación sin control. Acciones en las que muchos señalan al propio sector como corresponsable. Justiniano asegura que el sector “es el más interesado” en el tema, que es consciente e insiste en que no se trata de producir más a punto de deforestación, y que como institución “no se ayuda a nadie que provoque incendios o se meta a tierras fiscales”.
Aclara, sin embargo, que no es tarea fácil. La CAO representa a más de 70.000 afiliados de 16 asociaciones, federaciones y algunas agroindustrias azucareras. Al menos el 75% de esos afiliados son pequeños productores, alrededor del 20% son medianos productores y entre 5 a 6 por ciento, grandes productores. El área dedicada a la producción agrícola y pecuaria en Santa Cruz cubre aproximadamente un 5% del territorio departamental, mientras que a nivel nacional ese porcentaje es del 3%.
En el caso de Santa Cruz, con un valor agregado que hasta hace poco era exclusivo del departamento, como es el de contar con un Plan de Uso de Suelo que identifica y detalla con exactitud la vocación de cada área: si es apta para la agricultura, la pecuaria, la actividad forestal o si debe ser Área de Protección Natural. Un PLUS que, si bien es fundamental y valioso, no siempre es respetado, como lo demuestran varias denuncias, recordamos nosotros durante la conversación con Justiniano.
Justiniano reconoce que ese es un problema real, pero insiste en señalar que la falla principal está en las instituciones llamadas por ley para garantizar el cumplimiento no solo del PLUS, sino de todas las leyes vigentes en materia de recursos naturales, tierra y territorio. Entidades como el INRA, la ABT, los tribunales agrarios y otras tienen un rol central en garantizar el uso apropiado de esos recursos y de evitar, a la vez, los problemas que derivan de la deforestación irracional, las quemas no controladas, el avasallamiento de tierras fiscales y Áreas Protegidas, etecétera.
Estos y otros temas abordamos en esta conversación con el presidente de la CAO, la que invitamos escuchen en su totalidad, para reflexionar y comentar también.
Apostar por la prosperidad en el campo y la seguridad alimentaria continuará siendo la base del trabajo del sector agropecuario de Santa Cruz, hoy golpeado no solo por cambios climatológicos, sino también por la ausencia de una normativa clara y de voluntad estatal para dar garantías y seguridad jurídica, dice el presidente de la Cámara Agropecuaria del Oriente, Oscar Mario Justiniano, con quien conversamos esta mañana.Esa apuesta, dice Justiniano, está más que justificada, dadas las cifras que demuestran el impacto positivo generado por el sector agropecuario en la economía y desarrollo del departamento de Santa Cruz y del país. Solo en lo que respecta a Santa Cruz, los datos revelan que siete de cada diez habitantes del departamento se benefician directa o indirectamente de la actividad agropecuaria. Esto sin contar que su producción cubre el 74% de la demanda nacional de alimentos.