Evaluación 2023: El Gobierno destaca que Bolivia tendrá uno de los mayores niveles de crecimiento de la región y destaca el control de la inflación. Organismos internacionales prevén menor crecimiento que el Gobierno. S&P Global Ratings redujo la calificación de riesgo del país a CCC+ y el riesgo país se disparó a 2.092 puntos.
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Bajo crecimiento económico, caída de las exportaciones, aumento de riesgo país y deterioro de la calificación crediticia del país marcaron la gestión 2023 en Bolivia, aunque la inflación se mantiene por debajo de otras naciones y existe incertidumbre para el próximo año por la situación política y el contexto externo, según agencias internacionales.
Para este año el Gobierno de Luis Arce proyectó una expansión del Producto Interno Bruto (PIB) de 4,86%, pero al primer semestre la tasa fue de 2,21% y tanto organismos internacionales y agencias calificadoras de riego adelantan que la gestión terminará con una expansión de menos 2%.
Por ejemplo, el Banco Mundial (BM) proyectó que, para este año, Bolivia cerrará con un crecimiento económico de 1,9%; el Fondo Monetario Internacional (FMI) perfila 1,8% y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) un 2,2%. El Gobierno resalta que el país estará entre los países con mayor crecimiento en la región.
La calificadora de riesgo Standard&Poor´s (S&P Global Ratings), estima que la economía se desacelerará hasta alcanzar un crecimiento del 1,8% en 2023, debido en parte a unas exportaciones más débiles.
De acuerdo con el Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE) las exportaciones en el país, al mes de septiembre, sumaron 8.357 millones de dólares, un 23% menos que el año pasado. “Las exportaciones cayeron 23%, dejando de ingresar al país casi 2.500 millones de dólares respecto al mismo período de la pasada gestión; por otra parte, las importaciones experimentaron un decrecimiento del -3%. El saldo comercial de Bolivia en el período enero-septiembre del 2023 fue deficitario en 79 millones de dólares, significando una caída del 104% respecto al superávit comercial registrado en la pasada gestión”, detalló el IBCE.
Las ventas de gas natural han dejado de ser el motor de generación de divisas de antes. En 2013 Bolivia exportaba este recurso por un valor de 6.113 millones de dólares, mientras que en 2022 solo se vendió 2.973 millones de dólares y a septiembre 1.562 millones de dólares.
En 2014 Bolivia llegó a producir 63.090 barriles de líquidos por día, pero el año pasado solo 37.000 barriles día, según datos de YPFB.
En el caso del gas natural, en 2014 se llegó a producir 59,6 millones de metros cúbicos por día (MMmcd), pero en 2022 descendió a 41,3 MMmcd.
A noviembre la producción de gas llega a 33,93 MMmcd, según datos de la Secretaria de Desarrollo Económico de Santa Cruz. Al mercado argentino se envía 4,21 MMcd y a Brasil 15 MMmcd. Los contratos originales en el primer caso estipulaban 27 MMmcd y en el segundo un mínimo de 24 MMmcd y un máximo de 30,08 MMmcd.
S&P observa que la balanza comercial de hidrocarburos presenta un déficit estructural, con una caída de las exportaciones de gas (debido a la disminución de la producción, el aumento de la demanda interna y la menor demanda de exportaciones a Argentina).
Calificación de Riesgo
El 22 de noviembre de 2023, S&P Global Ratings rebajó sus calificaciones crediticias soberanas de largo plazo en moneda local y extranjera de Bolivia a ‘CCC+’ desde ‘B-‘. “La perspectiva de las calificaciones a largo plazo es negativa. También bajamos nuestras calificaciones crediticias soberanas de corto plazo en moneda local y extranjera a ‘C’ desde ‘B’. Al mismo tiempo, revisamos nuestra evaluación de transferencias y convertibilidad a ‘CCC+’ desde ‘B-“, precisó.
Explicó que la perspectiva negativa indica el riesgo de un mayor empeoramiento de la liquidez externa, lo que podría afectar la capacidad del gobierno para pagar plenamente su deuda.
Añadió que los desacuerdos políticos, incluso dentro de la coalición gobernante, han debilitado la capacidad del gobierno para asegurar financiamiento externo y frenar la erosión de su perfil externo.
De acuerdo con S&P la rebaja refleja un perfil externo más frágil que ha debilitado la capacidad de Bolivia para cumplir con sus compromisos de servicio de la deuda.
Los mayores déficits en cuenta corriente, las limitadas reservas líquidas de divisas y la falta de acceso a los mercados de capital externos han empeorado la solvencia del gobierno.
Observó que el estancamiento político, que ha impedido la capacidad del gobierno para asegurar el acceso oportuno a la financiación externa oficial, ha exacerbado el debilitamiento de las condiciones económicas.
Advirtió que las divisiones políticas, incluso dentro del oficialista MAS, retrasaron la aprobación del endeudamiento externo por parte del Congreso. Además, la falta de transparencia sobre los datos de las reservas internacionales aumenta la incertidumbre.
S&P apuntó que Bolivia tiene una limitada flexibilidad de su política monetaria derivada de las rigideces del tipo de cambio, el bajo PIB per cápita y el crecimiento económico inferior al de otros países con un nivel similar de desarrollo. También posee finanzas públicas débiles, con déficits netos del gobierno general superiores al 5% del PIB y una deuda neta del gobierno general superior al 60% del PIB.
Riesgo país.
El EMBI (Emerging Markets Bonds Index o Indicador de Bonos de Mercados Emergentes) es el principal indicador de riesgo país y está calculado por JP Morgan Chase y reveló que el 3 de enero el riesgo país estaba en 564 puntos, el 15 de marzo comenzó a subir hasta 1.033 puntos, el 12 de abril se disparó a 1.924 puntos y al día siguiente a 1.982 puntos, luego descendió con la aprobación de la Ley del Oro. Pero el 1 de diciembre el índice se incrementó a 2.092 puntos.
Estabilidad
El pasado 7 de diciembre, el ministro de Planificación del Desarrollo, Sergio Cusicanqui, informó que el Índice de Precios al Consumidor del mes de noviembre registró una variación negativa de 0,003%, y la inflación acumulada alcanzó a 1,48% en 11 meses.
“Este resultado se atribuye principalmente a las variaciones en el sector alimentario, con disminuciones en productos como la carne de pollo a -5,59%, la cebolla, los quesos, el transporte interdepartamental en ómnibus, el plátano (…)”, detalló.
Este rendimiento posiciona a Bolivia entre las economías con menor inflación en Sudamérica, en comparación con otros países de la región y a nivel global. Este logro cobra mayor relevancia en un contexto internacional marcado por presiones inflacionarias a nivel mundial.
Crecimiento 2024 Para 2024 en el Presupuesto General del Estado (PGE),se proyecta un crecimiento económico de 3,71%; una tasa de inflación del 3,60%; una inversión pública de $us 4.274 millones; un déficit fiscal de -7,80%; y estabilidad en el tipo de cambio que -como años anteriores- se mantiene en +/-10.