Evaluación 2023: Aunque las cifras anuales se conocerán recién en enero, al mes de agosto las RIN, disminuyeron a 2.147,3 millones de dólares, el nivel más bajo desde 2014 cuando se alcanzó un pico de 15.123 millones de dólares. Bolivia produce y exporta menos gas, debe importar y subvencionar los carburantes, pagara deuda externa y otras obligaciones que merman las reservas.
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2023 es el año en el que las Reservas Internacionales Netas (RIN) han tocado fondo y la escasez de dólares se hizo sentir como no había ocurrido antes producto de menores exportaciones y producción de gas y la creciente importación de combustibles para satisfacer el mercado interno.
El 6 de diciembre el Banco Central de Bolivia (BCB), informó que al mes de agosto las RIN disminuyeron a 2.147,3 millones de dólares. Su composición se encuentra así: oro 1.629 millones de dólares, divisas 437,9 millones de dólares y Derechos Especiales de Giro (DEG) 45 millones de dólares y tramo de reservas del FMI 34,7 millones de dólares.
En 2014, las RIN llegaban a 15.123 millones de dólares, de las cuales 13.227 millones de dólares eran divisas, 241 millones DEG, 1.643 millones oro y 13 millones reservas FMI.
El 17 de febrero, el reporte al 8 de febrero, el BCB comunicó que las RIN habían caído a 3.538 millones de dólares. Las reservas en divisas se desplomaron entonces a 372 millones de dólares, las reservas de oro en 2.592 millones de dólares, los DEG en 538 millones de dólares y la posición con el FMI 35 millones de dólares.
Esta situación generó preocupación y llevó a que la gente acuda a los bancos a comprar dólares, donde se encontró con la negativa de venta o incluso restricciones para sacar los ahorros en la divisa norteamericana. El problema sobre todo afectó al sector importador que necesita dólares para sus operaciones.
En repuesta a la demanda, a principios de año el Ente Emisor decidió ofrecer la venta directa de dólares al público, lo que provocó enormes filas en inmediaciones de oficinas de la entidad y también determinó ofrecer un tipo de cambio diferenciado de 6,95 bolivianos a los exportadores.
Falta pocos días para finalizar el año y según los agentes económicos y analistas la provisión de dólares no se ha regularizado y quienes más necesitan la divisa han tenido que recurrir al mercado paralelo.
Para intentar recuperar RIN, también se aprobó la Ley del Oro para la compra directa de oro a productores locales con el propósito de refinarlo y que forme parte de un activo de las reservas.
¿Pero cómo llegó Bolivia a esta situación?
Según el BCB, el nivel alcanzado por las RIN a agosto de 2023 ($us2.147 millones), se explica principalmente por la no realización de inversiones en exploración ni producción en el sector hidrocarburífero, que provocó una disminución en la actual producción, implicando menores ingresos de divisas al país. Pese a ello, con la finalidad de proteger el poder adquisitivo de la población, se mantuvo la subvención del diésel y la gasolina.
Otros factores fueron el pago oportuno del servicio de la deuda pública externa pese al incremento de las tasas de interés a nivel internacional, el bloqueo sufrido en la Asamblea Legislativa Plurinacional con la no aprobación de créditos externos, y la política de fortalecimiento al sector productivo mediante la implementación del arancel cero para la importación de bienes de capital (Ley N° 1391).
Para el gerente del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), Gary Rodríguez, la principal razón tiene que ver con el sector externo, al que se soslayó, cuando debió habérsele dado tanta o más atención que al “motorcito de la demanda interna”, siendo que a la larga la estabilidad económica y monetaria depende de la exportación.
Entre 2006 y 2022, el comercio exterior de servicios acumuló un déficit de 18.000 millones de dólares, amortiguado gracias al superávit por casi 14.000 millones del comercio de bienes. La situación hubiera sido catastrófica, de no haber recibido remesas por 19.000 millones y de no haberse colocado bonos soberanos en el exterior por 2.000 millones, sostiene Rodríguez en uno de sus análisis sobre la caída de las RIN.
La calificadora de riesgo Stándard & Poors redujo la calificación e Bolivia de ‘B-‘ a ‘CCC+’ debido a la caída de las RIN, de las exportaciones y el alto déficit fiscal.
Importación y subvención combustibles
Dos de los productos que más genera salida de divisas, es la importación de diésel que a septiembre de este año alcanzó un valor de 1.335,3 millones de dólares y gasolina 723.9 millones de dólares, de acuerdo con datos del INE. En 2022 se batió récord con la importación de diésel por valor de 2.109 millones de dólares y gasolina por valor de 881,2 millones de dólares.
Bolivia debe recurrir a la provisión de combustibles del exterior, debido a la caída en la producción de líquidos y gas natural a partir de 2015.
La RIN disminuyen drásticamente también porque las exportaciones de gas natural que inyectaban divisas a la economía se reducen de un valor pico de 6.113 millones de dólares en 2013 y de 6.011 millones de dólares en 2014 a solo 2.249 millones de dólares en 2021 y 2.973,4 millones de dólares en 2022.
A septiembre de este año, los ingresos por este concepto llegan a 1.562,8 millones de dólares, una caída de 32,2% respecto a similar período de 2022.
Por su lado la subvención a los carburantes pasará de 7.642 millones de bolivianos presupuestados en esta gestión a 9.803 millones de bolivianos (1.406 millones de dólares) el próximo año, un crecimiento de 28,2%, según el proyecto del Presupuesto General del Estado (PGE 2024).
La magnitud es tal que el propio presidente del Estado, Luis Arce, afirmó hace poco: “El precio que estamos pagando ahora (por la importación de combustibles) es un precio descomunal; (y es) producto de la guerra (entre Rusia y Ucrania y el conflicto en Medio Oriente). Sin diésel no hay producción”.
Sostenibilidad
El presidente del Colegio de Economistas de Tarija, Fernando Romero, opinó que el actual nivel de las RIN limita claramente la posibilidad de importar con normalidad del exterior, y un ejemplo son los carburantes.
“Observando los datos del BCB, durante este año nunca tuvimos un nivel de divisas por encima de los $us 500 millones, a agosto sólo tenemos $us 437,9 millones, con lo que sólo tuviéramos para comprar menos de dos meses de diésel y gasolina. ¿Qué hacemos con el resto de productos que necesitamos importar?”, observó.
Para el economista mientras el Estado presente iliquidez financiera y baja generación de divisas por cuenta propia, poco a poco se está llevando a la economía a una crisis de balanza de pagos y a una posible devaluación de la moneda.
Las RIN son un indicador que permite medir la solvencia y la estabilidad macroeconómica de un país para financiar las importaciones, ser fuente de repago de deuda. La fuente de alimentación de estas reservas deberían ser las divisas derivadas de la exportación, frente a otras fuentes como la inversión de capital externo, las donaciones extranjeras y la contratación de crédito internacional, sostiene el IBCE.