Ovidio Roca
“Putin ancla el rublo en el oro amarillo, Evo lo hace en el oro blanco”.
Pukymon.
Actualmente los argentinos y para protegerse de la acelerada inflación,
compran pesos bolivianos y dólares. Las Casas de Cambio en la Argentina
y no solo en la frontera con Bolivia, sino en las ciudades de San Salvador
de Jujuy y Salta, están vendiendo muchos pesos bolivianos por su gran
demanda como depósito de valor y medio de pago.
El Ex Rector de la UNJu, Rodolfo Alejandro comenta que la moneda de
Bolivia está más fuerte que el dólar estadounidense y señala que la moneda
boliviana en los últimos quince años, mantiene una relación estable con el
dólar estadounidense en torno a Bs 6,60 y 6,90 en comparación al peso
argentino que se devaluó desde $ 17,25 hasta $ 380 por dólar en los últimos
años.
El Presidente Arce, artífice del milagro económico del Estado
Plurinacional, destaca orgullosamente y desde una perspectiva ideológica,
el éxito señero del modelo boliviano:
“En el contexto global, el sistema capitalista está “caduco” y en
“decadencia”, mientras que el Modelo Económico boliviano implementado
por el Gobierno, le ha permitido al país mantener una estabilidad que es
envidiada por otras naciones”.
El modelo económico social comunitario productivo, identifica dos
pilares: La coca el sector estratégico que genera excedentes y el comercio
informal sector generador de ingresos y empleo.
Periodistas argentinos, impresionado por el milagro boliviano entrevistan
permanentemente a las autoridades del gobierno del MAS, para que les
explique su exitoso modelo. Estos funcionarios mencionan lo siguiente,
como las grandes líneas de acción.
*Redistribuir el ingreso hacia la población más pobre, para que el dinero
circule y active la economía.
*Mantener un tipo de cambio fijo respecto al dólar.
*Aumentar la producción agropecuaria, subvencionando los insumos para
la producción, como el diésel, gasolina y fertilizantes, etc.
*Mediante disposiciones legales, controlar los precios de los alimentos en
toda la cadena de valor.
*Subvencionar los alimentos básicos para la población, entre ellos el pan.
*Se creó la Empresa boliviana de alimentos, que vende insumos y compra
los alimentos al pequeño productor y a buen precio.
*Dada la carencia de petróleo y gas, se instalaran plantas de biodiesel y se
producirá Etanol para mezclar con gasolina.
*Pronto vamos a exportar litio y recaudar ingentes recursos.
*Tenemos un buen margen de endeudamiento, lo que nos permite seguir
obteniendo créditos.
Vale la pena recordar nuestra historia y sus percances para evitar que nos la
charlen una y otra vez. Días atrás, en un cajón encontré un billete, un
cheque de gerencia del Banco Central, de cinco millones de pesos
bolivianos. Era uno de aquellos con los que en las épocas de la
hiperinflación (años 84 al 85), mi mujer compraba algunos panes. También
circulaban los de diez millones de pesos, para comprar cuñapé y sonso.
En esa época, a la caída del largo periodo de las dictaduras militares,
asumió el Gobierno Hernán Siles Suazo de la Unidad Demócrata y Popular
(UDP). El Dr. Siles asumió el Gobierno mediante elecciones y le toco lidiar
con la nefasta herencia de los gobiernos militares, un país endeudado,
golpeado por la caída de los precios de los minerales y afrontando la crisis
económica y social, que desencadenó en una hiperinflación que llegó hasta
el 27.000%.
Su débil gobierno estaba acosado, además de la crisis económica, por la
presión de los comunistas, trotskistas y anarquistas, que le exigían bonos y
subsidios de todo tipo. Para poder cumplir con estas exigencias, se continuó
endeudando al país y luego se empieza a imprimir billetes por cientos de
quintales.
Durante la hiperinflación, Abril de 1984 a Agosto de 1985, los precios en
17 meses aumentaron 625 veces. Esta situación se paró en seco el año 1985
cuando llego al Gobierno un Estadista, el Dr. Víctor Paz y puso orden en la
economía y dio paso para iniciar el desarrollo.
Recuerdo que durante esa época de la hiperinflación, nadie quería tener
billetes en la mano y la Pila, como todas las amas de casa, apenas recibía el
sueldo y antes que se licue por la inflación salía con sus tojos ayudantes, a
comprar lo que pillaban. Luego en la casa ordenaba las cosas y después
empezaba el trueque con las vecinas. Había una que tenía un amigo
pichicatero y vendía algunos pocos dólares a las vecinas. En la casa se los
guardaba detrás de un armario.
Vistos los antecedentes, si revisamos la fórmula del milagro económico
boliviano que publicitan los masistas, vemos que algo no concuerda y
menos da alguna explicación plausible a la dinámica económica de esta
época. Llama especialmente la atención, que olviden que cuando se aplican
subvenciones, se gasta más de lo que se tiene y se endeuda, algún rato
tendrá que pagarse ya sea con mucha plata o con hiperinflación.
Lo que ocurre es que en esta explicación de los masistas, se omite nuestra
ventaja estratégica. La economía informal dispone de más de cuatro mil
millones de dólares anuales, que nos regala la mama coca y que no están
registrados ni controlados en ninguna parte. Esto posibilita que se puedan
vender y comprar dólares libremente en la cancha y en la esquina de la
casa. Por lo cual no se afectan las reservas del Banco Central y esto
respalda la estabilidad del peso boliviano. Como dato, el PIB de Bolivia del
2021 según el INE, fue de 40.703 millones de dólares.
Es importante para entender la situación, tomar en cuenta que en Bolivia el
80% del empleo es informal y que sobrevive gracias los dólares y al tipo de
cambio fijo, lo que permite comprar, importar y traer de contrabando
alimentos y otras mercancías de países inflacionarios. Esto facilita para que
en el país se mantenga estable el nivel de precios.
En los países vecinos Argentina y Perú, la alta devaluación de su moneda
respecto al dólar impulsa al contrabando masivo y hacia el exterior de sus
productos agrícolas. En el caso argentino, el manejo de las divisas por el
Gobierno permite que abusivamente pague a los agricultores, 88 pesos por
cada dólar que estos reciben de sus exportaciones de soya, mientras el dólar
en el mercado paralelo está en 380 pesos. Esto es abuso por el centralismo
y populismo, e induce a que los agricultores busquen desesperadamente
contrabandear sus productos especialmente hacia Bolivia para recibir
dólares y pesos bolivianos.
Corolario: En Argentina el dólar es blue y caro, en Bolivia verde coca y
barato.
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