Poco o nada ha cambiado en Bolivia el trato dado en las reparticiones públicas a las personas de la tercera edad, adultos mayores o viejos, como queramos llamarle a quienes tienen más de sesenta años de edad. Una falla más grave aun si hablamos de las oficinas encargadas de la burocracia y del pago de la Renta Dignidad.
Ya lo habíamos notado y expuesto hace semanas, a raíz del reclamo de varias maestras jubiladas que tuvieron que pasar un calvario para poder cobrar el bono especial que perciben (cuando pueden, claro) por el Día del Maestro. Los maestros jubilados, en su gran mayoría con más de setenta años de edad, fueron obligados a ir en persona a cobrar ese bono especial, a pesar de las restricciones obligadas por la pandemia del Covid-19.
Hay testimonios dramáticos de lo que tuvieron que vivir muchos de ellos. Pero resulta que el drama al que son obligados a padecer no había acabado ahí.
Desde hace unos días, muchos adultos mayores están padeciendo largas filas y esperas a la intemperie frente a la oficina de la Renta Dignidad ubicada en el segundo anillo de Santa Cruz de la Sierra, zona Parque Urbano, a la que se ven obligados a acudir para tratar de resolver problemas surgidos por la pandemia.
Uno de esos problemas, el bloqueo que han sufrido varios beneficiarios de la Renta Dignidad, por no haber podido cobrar durante tres meses consecutivos su beneficio. Un impedimento obligado, repetimos, por la cuarentena. Ya se sabe que los mayores de 60 años están en uno de los grupos de alto riesgo de contagio y muerte por Covid-19. Pero, al parecer, esto no fue considerado por los responsables de administrar el beneficio.
Ahora, los afectados están obligados a ir a una de las oficinas de registro y atención de reclamos. En el caso de lo visto en la oficina señalada en la capital cruceña, los adultos mayores sufren la espera de al menos tres horas en la fila, antes de ser atendidos. Y eso, cuando lo logran, ya que cada día solo se dispone de un cupo fijo de tickets para ser atendidos. Con un problema adicional: la oficina ha decidido “cumplir” la restricción de atención según los números finales del carné de identidad, lo que significa que si alguien no logra un tiquecito del cupo diario, debe esperar una semana para volver a intentar suerte.
Estamos hablando de personas de la tercera edad, que deberían estar bien resguardadas en casa, y a las que las reparticiones públicas deberían estar ofreciendo en este momento de pandemia todas las facilidades para que accedan a sus beneficios, sin exponerse al grave peligro de contagio del virus que ha dado muestras suficientes de ser letal.
Hay una denuncia más: varias de las personas de la tercera edad que estaban haciendo fila hace un par de días aseguraron que ya hay “venta de ticket” para poder ser atendidos.
Una denuncia que deberá ser investigada y sancionados los que pudieran estar involucrados en el negocito, por supuesto. Aunque lo urgente, y que no amerita sino una voluntad política, sentido común y verdadero cuidado de las personas de la tercera edad, es la inmediata eliminación de cualquier traba que complique el cobro de la Renta Dignidad y que las exponga innecesariamente al peligro de contagio del Covid-19.
Compartimos con ustedes un video y un par de fotos, tomados el lunes pasado, afuera de la oficina de la Renta Dignidad del segundo anillo, zona Parque Urbano, de Santa Cruz de la Sierra.
Santa Cruz de la Sierra, 8 de agosto de 2020