Por Joshua Bellott Sáenz, economista e investigador
Por muchos años el Departamento de Oruro, se encuentra en proceso de consolidación de su posición geográfica estratégica para el comercio internacional, cercana a los puertos del Pacífico; pero, además, como nudo conector de entrada y salida de mercaderías al país. Para 2021, Oruro se constituyó en el tercer importador de Bolivia con el 17% sobre el total de importaciones, después de Santa Cruz y La Paz.
Por el lado de las exportaciones, resulta que el 36% de las mismas corresponden a exportaciones vía carretera (incluye gas), pero de ese porcentaje, el 60% de las exportaciones del país salen por las dos fronteras de Oruro al Pacífico: Tambo Quemado y Pisiga.
Respecto al total de importaciones del país, el 87% se internan vía carretera, y de ese total, el 60% también utilizan las dos fronteras de Oruro ya mencionadas. Para completar algunos datos que refrendan el potencial orureño para el comercio internacional; también para el 2021, resulta que del total de gravámenes aduaneros que recibe el Tesoro General de la Nación, se originan en las fronteras de Oruro el 71% del total.
Con estos datos en mente, es innegable el potencial de Oruro. Pero, a propósito de lo mencionado, también es importante resaltar el potencial de la industria de servicios del transporte, que es complementaria al comercio internacional.
Presentamos a continuación un cuadro que resume la información por departamento, respecto a la importación de combustibles, lubricantes y productos anexos, así como piezas y accesorios de equipo de transporte, como una aproximación al tamaño de la industria de transporte en el país y por departamento, para dos años, el 2014 y 2021.
IMPORTACIÓN DE COMBUSTIBLES, LUBRICANTES Y PRODUCTOS ANEXOS; Y PIEZAS Y ACCESORIOS DE EQUIPO DE TRANSPORTE
Fuente: Elaboración propia
Para 2014, Oruro fue el mayor importador de los rubros mencionados, con 442 millones de dólares aproximadamente, seguido de Santa Cruz, Tarija y La Paz. Este monto equivale al 29% del total de país. Asimismo, también se muestra el porcentaje de importación de los rubros mencionados, sobre el total de importaciones de cada departamento. Nuevamente Oruro, es el que importa 56% respecto al total de sus importaciones.
Para el 2021, el monto de importación en los rubros mencionados, se incrementa en un 61%. Del total de importaciones del país en estos rubros, nuevamente el departamento de Oruro, ocupa el primer lugar con un 28% (un punto porcentual menos que en 2014), pero con una mayor diferencia respecto los demás departamentos. Por el lado de su participación respecto al total de sus importaciones, el porcentaje disminuye a un 43%, siendo los más importantes: Pando, Tarija y Potosí.
Por los datos expuestos, podemos inferir que Oruro cuenta con la principal industria de servicios de transporte del país, incluso por encima de Santa Cruz y La Paz. Sin duda, es una buena noticia para los orureños. Sin embargo, debemos preguntarnos si se puede mejorar este flujo de carga; pero, además, si la carga que pasa por Oruro, genera un efecto multiplicador y una contribución importante a la economía del departamento.
Lo lamentable es, que las más de 4 millones de toneladas al año que utilizan las fronteras orureñas, sólo utilizan el territorio “de paso”, lo cual implica que no generan un efecto multiplicador importante, pese a que el aporte del transporte al PIB de Oruro fue aumentando los últimos años.
Por estas razones, la región ha estado intentando por años, el funcionamiento del Puerto Seco de Oruro.
Contar con un emplazamiento de este tipo, trae varios beneficios que no están relacionados con ingresos directos para la región, pero si con grandes posibilidades de incrementar un efecto multiplicador del comercio al crecimiento de su economía. El Puerto Seco de Oruro, podría constituirse como una verdadera Ventanilla Única del comercio internacional, al consolidar, desconsolidar y distribuir la carga originada del comercio internacional, hacia y desde el país.
Primero, es claro que ordenaría y facilitaría el comercio internacional, por lo que se podrían generar ingresos por servicios logísticos y administrativos, que repercutirían en la disminución de costos para todos los operadores del comercio. Segundo, se podrían generar ingresos para todas las empresas y ciudadanos que presten servicios conexos al comercio internacional; y, tercero, al retener la carga en el Puerto Seco para su manipuleo, podrían ser aprovechadas por industrias que importan insumos para su producción, o empresas que reexporten bienes finales o intermedios. Sin duda, podríamos mencionar muchos beneficios más.
En el caso específico del transporte, el Puerto Seco podría potenciar aún más esta industria, pero permitiría además un incremento de las unidades para transporte interdepartamental. Si la carga se consolida y desconsolida en el Puerto Seco, ya no se requeriría que camiones de alto tonelaje circulen por las carreteras del país (o por lo menos disminuirían), sino que se daría paso a empresa medianas o conductores independientes que se encarguen de la distribución.
Es así que el futuro de Oruro, podría depender en gran parte de los incentivos y políticas que apunten a potenciar la vocación natural del departamento de Oruro, no sólo en beneficio de la región, sino de todos los operadores de comercio del país.